En los dos últimos años la Covid-19 ha dictado el curso de la economía turística. A medida que avanzamos en el tercer año de pandemia todos continuamos expectantes por su naturaleza impredecible.
En 2021 la amplia tasa de vacunación en Europa, la relajación de las restricciones y el certificado digital Covid19 de la UE sentaron las bases para el inicio de la reactivación del turismo, durante el verano y el otoño, pero pronto se vio truncada por la aparición de la nueva variante Omicron, a finales de año, que trajo la vuelta de las restricciones de movilidad.
Sin embargo empezamos a atisbar elementos esperanzadores de recuperación del sector y prueba de ello ha sido el reciente acuerdo al que han llegado los 27 países miembros de la Unión Europea por el cual dejarán de solicitar pruebas Covid-19 o imponer cuarentenas a los turistas vacunados.
Según los últimos datos disponibles del informe “European Tourism Trends & Prospects Q4/2021”se pronostica una recuperación, prevén que la demanda de viajes será sólo 20% inferior a los niveles prepandemia en 2022, impulsada por la demanda de viajes nacionales e intraeuropeos. Consideran que los viajes de corta distancia seguirán siendo el motor clave para la recuperación de Europa, especialmente en aquellos destinos accesibles en automóvil desde grandes mercados emisores como por ejemplo Alemania.
La mentalidad positiva de los viajeros favorecerá esta recuperación, ya que tenemos ganas de recuperar la normalidad y las experiencias de viajes perdidas, prueba de ello es que “los británicos manifiestan que planean más vacaciones de las habituales en 2022 y además gastarán más en ellas que antes” revela la reciente encuesta realizada por la aerolínea EasyJet.
Las previsiones que hacen las aerolíneas son más cautelosas, según Eurocontrol esperan que durante este año el tráfico aéreo se recupere al 70-90% de los niveles de 2019. Además de ver como evoluciona la pandemia, las compañías aéreas tienen que hacer frente a los riesgos actuales, que frenan su evolución, como el fuerte aumento en el precio del combustible y los problemas de suministros.
De lo que no cabe duda, es que la reanudación de los viajes entre Europa y Estados Unidos, desde noviembre de 2021 y el resurgir del turismo MICE, que prevé que los congresos alcancen cifras prepandemia,ayudarán a impulsar esta recuperación, según apuntan los expertos de CESAE Business & Tourism School.
2022 será un año clave para el turismo que vendrá marcado por las nuevas alianzas y fusiones de los grupos turísticos, que crearán operadores turísticos más fuertes adaptados a este nuevo entorno. Y por las medidas llevadas a cabo por los mercados para estimular el sector, promocionando destinos turísticos europeos seguros que regeneren la confianza de los viajeros. Por su parte la Unión Europea continuará con su compromiso de reactivación del sector (representa el 10% de su PIB) con medidas específicas y ayudas.
Por: Carolina Diez Hernando